lunes, 22 de diciembre de 2008

La Promesa


Tenía hasta ayer razones suficientes para pensar que debía irme de casa, que debía seguir como estaba..por el momento solo estudiando y divirtiendome...divirtiendome mucho por cierto...hasta hoy por la noche.

Eran casi las 7 de la noche, cansada por la amanecida de ayer, con cero ganas de salir por mucho tiempo, en cama viendo peliculas repetidas, y preocupada por que mi abuelo ( si lo lee y sabe que le he dicho abuelo seguro me deshereda) no llegaba desde muy temprano, pero, cuando menos lo esperaba apareció con algunas o muchas copas demás y se acercaba a mi con esa mirada que tanto me asusta porque se que vendrá con ese discurso de que no debo llegar más tarde a casa y que debo ser más responsable y que no le falte el respeto y bla bla bla...pero está vez fue un discurso diferente, es decir al final concluyó en lo mismo pero ésta vez hizo que me comprometiera de verdad, es que hoy tuvo razón en lo que me dijo: "hija, todo es lo mismo, tú ya te has amanecido bastante, todo es lo mismo, la misma gente, haciendo lo mismo de siempre, y que ganan viendo el amanecer, ¿ganas algo?" me dejo pensando, y es verdad, es decir, soy una muchacha de 24 años que si bien es cierto tiene derecho a divertirse pero sin exagerar y yo ya pasé ese límite hace mucho, así que sin pensarlo más, lo hice, le prometí a mi abuelo, quien por cierto dijo abiertamente que era su predilecta, no sé si sería por el alcohol que tenía encima o porque lo siente de verdad, yo creo que es lo segundo, pues es bien cierto que los borrachos y los niños siempre dicen la verdad, o al menos tiene algo de cierto, como sea, le prometí que no llegaría tarde, que sería más reponsable y por primera vez, pienso cumplirlo, pienso hacer que se sienta orgulloso de considerarme su predilecta, y pienso conservar ese título, que los otros 11 nietos tanto disputan y sin hacer nada yo lo conseguí.

Hasta hoy pensaba que yo era la oveja descarriada y de alguna manera todos me hacían ver que así era, pero no más, hoy no sólo me comprometí con mi abuelo, sino conmigo misma a llevar una vida más tranquila porque al final de cuentas eso es lo que necesito: paz y tranquilidad y aunque siempre lo supe nunca sabré porque me demoré tanto en entenderlo.

0 comentarios: